Vicente tiene 79 años, es un hombre divorciado y sin hijos que está enfermo de diabetes y que, a día de hoy, no tiene una vivienda digna. Lleva dos años viviendo en un trastero de 16 metros cuadrados porque, con su pensión de poco más de 600 euros, es lo único que puede pagar. "Aquí pago 210 euros y, por lo menos, tengo luz. No tengo agua y, para ir al baño, me reparto por los bares de la zona", ha dicho ante las cámaras e CAD.
Vicente pide lo mismo que ha pedido Dolores en el programa (una mujer que está a punto de ser desahuciada junto a su nieto y a quienes servicios sociales pretende separar): una vivienda digna. Aunque sobrepasa la edad de jubilación y es dibático, todavía se siente fuerte para trabajar y se ofrece para cuidar una casa o cualquier otro servicio, pues no quiere que le "regalen nada".
Antes que él, Dolores y Edgar también exponían su situación de desahucio en CAD: son una abuelo y un nieto que tienen una deuda del alquiler de 500 euros y que fueron denunciados por los propietarios de la casa donde ella lleva viviendo 40 años. Los dos sobreviven con la pensión de Dolores que, como en el caso de Vicente, oscila los 600 euros. Afortunadamente, el reportero del programa les ha comunicado que, demomento, su desalojo ha sido paralizado.