En Afganistán hay dos focos de resistencia al yugo talibán. Uno está en el Valle de Panshir, el único bastión rebelde que no ha caído en sus manos, y el otro son grupos de mujeres muy valientes que siguen manifestándose en las calles de Kabul. Los milicianos las han dispersado con gases lacrimógenos y, según denuncian varias activistas, con golpes.
En las últimas dos décadas las mujeres han recuperado derechos y ahora no se resignan. A pesar del miedo, a pesar del peligro, un grupo de mujeres ha vuelto a salir a la calle este sábado. Reclaman lo más básico: educación, trabajo, seguridad. Se lo dicen a la cara a los milicianos. La escena se repite por segundo día en la capital, donde los talibanes les cortan el paso, con gases lacrimógenos. Lo que no vemos en estos vídeos, son los golpes que, según las activistas, han recibido. Rabia Sadat, una de ellas, nos enseña después la brecha en su cabeza.
Las mujeres plantan cara al régimen en Kabul y a 150 kilómetros de la capital, lo hacen los rebeldes, en el indómito valle del panshir, el último bastión que aún resiste. La situación es confusa. Es la batalla final, los talibanes revindican haberlo tomado en las últimas horas, los combatientes, lo desmienten aunque reconocen estar al límite. Los disparos al aire para celebrar el supuesto control total del país han causado 17 muertos, según medios locales.
Las mujeres y activistas han insistido en que su papel en el nuevo gobierno debería ser significativo. Los talibán han prometido que las mujeres no perderán derechos, o al menos no retrocederán a la irrelevancia que tenían en 2001, durante la anterior etapa del conocido como Emirato Islámico. Sin embargo, han dejado claro que la 'sharia' o ley islámica será la línea roja que tendrán en cuenta.
La comunidad internacional, con Naciones Unidas a la cabeza, ha pedido que se respeten también los derechos de todos los sexos. La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Pramila Patten, advirtió esta semana de que la incorporación de mujeres en la futura administración será una "prueba de fuego" para constatar el verdadero compromiso de los talibán con los derechos y las libertades.