Rusia ha confirmado ya la retirada total del Ejército ucraniano de la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, lo que certifica la toma de la ciudad por parte de Moscú.
Previamente el Batallón Azov, una organización paramilitar que combate en apoyo a las Fuerzas Armadas de Ucrania, había ordenado "dejar de defender" la ciudad, lo que implica la entrega de Azovsta, símbolo de la resistencia en la zona.
Así pues, el encargado de la cartera de Defensa, Sergei Shoigu, informaba el presidente ruso, Vladimir Putin, de la "finalización de la operación y la liberación de la planta y la ciudad de Mariúpol", según recoge la agencia rusa Interfax.
En este sentido, el Ministerio de Defensa ha incidido en que las instalaciones subterráneas de Azovstal, refugio de la resistencia ucraniana, han sido despejadas y ya están bajo control del Ejército ruso.
Además, Moscú ha apuntado que los paramilitares del Batallón Azov han sido expulsados de la zona a bordo de vehículos blindados debido al "odio de los residentes de Maríupol y al deseo de la gente del pueblo de castigarlos por sus numerosas atrocidades".
Ahora, la ciudad de Mariúpol está bajo el control de las fuerzas rusas. Con ello, se completa una de las piezas calves para establecer un corredor terrestre entre la anexionada Crimea y la región del Dombás.