La ciudad de Jersón, bajo el control del Ejército ruso: "Han venido fuerzas especiales de la Policía"
Vitaly Suárez, un ucraniano de padre español decidió quedarse en Jersón a pesar de la invasión rusa
Jersón, la primera gran ciudad ucraniana tomada por las fuerzas rusas en la invasión, vive horas de gran tensión
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Jersón, la primera gran ciudad ucraniana tomada por las fuerzas rusas en la invasión iniciada el pasado 24 de febrero, vive horas de gran tensión. Este sábado, las autoridades locales reconocieron que ya no hay presencia militar ucraniana en la ciudad y que hay tropas rusas "por todas partes". Un dato que tambén confirma Vitaly Suárez, ciudadano ucraniano de padre español que decidió quedarse en la guerra para ayudar.
El joven ucraniano, hijo de un empresario español, deambula desde hace días por una ciudad controlada por el Ejército de Vladímir Putin. Según explica este domingo, ayer quería visitar a una familia para darles recursos, pero no pudo. "Había una manifestación y estaban disparando. No quisimos arriesgar. Hoy sí pienso ir ahí. De momento seguimos así, buscando comida", ha precisado.
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Las tropas rusas han llegado a Jersón "con sus alimentos, pero la gente no quiere ni acercarse"
"Cada día queda menos (recursos), porque las carreteras están bloqueadas y los almacenes se están quedando vacíos", ha comentado respecto a la situación en la ciudad, donde ayuda a la población civil a subsistir. Vitaly recopila imágenes diariamente de las colas que se forman en las tiendas para comprar lo que queda. "Aquí vemos una carnicería en el centro (de Jersón)", detalla al ver una gran columna de personas.
Vitaly asegura que las tropas rusas han llegado a la ciudad "con sus alimentos, pero la gente no quiere ni acercarse a los coches". Sienten miedo por perder sus vidas en medio de un violento conflicto bélico. "Ayer se fueron los soldados del Ejército y entró una policía especial para controlar las calles. Dijeron que no se van a ir en mucho tiempo hasta que no reciban una demanda", ha concluido el joven, que trata de ayudar con todo lo que puede en una guerra que ya registra casi 400 civiles fallecidos.