La guerra entre Israel y Hamas está dejando a miles de niños huérfanos. Algunos de ellos son acogidos por familiares, otros muchos no tienen esa suerte porque han perdido a toda su familia. UNICEF intentó durante la tregua hacerse cargo de ellos pero con el retorno de los combates, eso ya se ha convertido en una misión casi imposible.
Muchos de los niños que sobreviven a los bombardeos en Gaza se tienen que enfrentar a una nueva realidad. "De repente, la casa de al lado fue alcanzada por un ataque, los escombros y una pared cayeron sobre nosotros, y resultamos heridos, mis familiares quedaron atrapados en Gaza", comenta una niña de solo 10 años que ha quedado huérfana en el conflicto armado.
Tras escapar de la muerte, su vida ya no será igual. Ahora están completamente solos. Son los huérfanos de Gaza, una cifra que no para de crecer. James Eleder, portavoz principal de UNICEDF, avisaba ya de la tragedia: "Es muy difícil tener una idea de cuántos niños son huérfanos, pero sabemos que está sucediendo porque hay muchos, muchos niños que han perdido a ambos padres. O peor que eso, han perdido a familias enteras".
Cuando llegan a los hospitales se les marca con un acrónimo que significa "niño herido superviviente sin familia". Younis Al-Ajla, médico de Razán Shabat, apunta que "muchos niños que llegan al hospital y no sabemos sus nombres, les inscribimos como 'desconocido'. Razan Samir Shabat estuvo inscrita así durante días y días en la unidad de cuidados intensivos hasta que llegó un pariente y la reconoció. Toda su familia y todos sus tíos cercanos murieron".
Naciones Unidas intentó contabilizar y crear espacios seguros para los huérfanos gazatíes pero el plan se desmoronó cuando terminó la tregua. Según la ONG Monitor Euromed de Derechos Humanos, entre 24.000 y 25.000 niños han perdido a uno o ambos padres desde que comenzó la guerra en Gaza. Muchos de ellos han perdido a todos sus familiares.