Una sucesión de tornados han causado, al menos, seis muertos en Tennessee, Estados Unidos. Hay decenas de heridos y destrozos materiales impresionantes. Las autoridades siguen buscando víctimas entre las ruinas de numerosas zonas residenciales y carreteras.
Una fuerza destructiva sin freno a más de 200 kilómetros por hora. Es lo que vivieron ayer lo habitantes en el corazón del estado de Tenessee. Con tornados que hasta se veían por satélite. La peor parte se lo llevó la ciudad de Nashville. Han dejado al menos seis muertos, entre ellos un niño, y 23 heridos.
A su paso carreteras cortadas, ciudades destrozadas y líneas eléctricas tumbadas que han dejado durante horas a 130.000 personas sin luz. El sudeste del país es especialmente sensible a estos fenómenos en invierno. Estados Unidos lidera el ranking mundial de tornados con una media 1.200 al año.
Saber que es posible que ocurra en cualquier momento no es suficiente, las alarmas solo pueden avisar cuando el tornado toca tierra y eso deja escaso tiempo para buscar refugio.
Fueron en total unas seis horas de caos absoluto. Las alertas se desactivaron por la noche y dejaron atrás el susto más frecuente de lo deseable. Ahora por delante queda evaluar los daños y comenzar la reconstrucción de lo destruido.