El balance de muertos a causa de los ataques ejecutados por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza durante la madrugada de este domingo ha ascendido al menos a 35, si bien hay numerosos heridos y desaparecidos, por lo que se teme que el número de víctimas mortales pueda aumentar.
Asimismo, trece palestinos han fallecido a causa de un bombardeo israelí en el campamento de refugiados de Nuseirat, mientras que en la carretera Saladino, que conecta la Franja de norte a sur, han sido recuperados otros cinco cadáveres.
En las últimas 24 horas, tres escuelas del norte de Gaza que sirven de refugio a los desplazados palestinos han sufrido ataques, ha informado Naciones Unidas. En una de ellas, los muertos han superado el medio centenar. Las escenas son terribles y vemos cómo dos pequeños lloran junto al cadáver de su hermano.
El Ejército israelí sigue insistiendo en que la población se desplace hacia el sur de la Franja, pero no es una misión fácil. Este sábado, un convoy de Médicos Sin Fronteras (MSF) fue atacado cuando se encontraban evacuando a más de un centenar de personas que estaban refugiadas cerca del hospital Al Shifa.
El hospital Al Shifa, que es el mayor de Gaza, se ha convertido en una "zona de muerte", según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ya no funciona como un centro médico puesto que no hay agua potable y tampoco alimentos ni medicinas.
Los pasillos están llenos de desechos y la entrada principal se ha convertido en una fosa común donde enterrar a los últimos pacientes. En las próximas horas intentarán desocupar a los que todavía sobreviven allí, unos 25 trabajadores sanitarios y cerca de 200 enfermos entre los que había 32 bebés prematuros. Los neonatos, ha indicado el Ministerio de Salud gazatí, han comenzado a ser evacuados hacia Egipto.
Mientras tanto, continúan los esfuerzos para lograr un alto el fuego. Este domingo, el primer ministro qatarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, en una rueda de prensa conjunta con el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, ha afirmado que queda poco para alcanzar un acuerdo de intercambio de rehenes.
Una información que, sin embargo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha calificado de rumores infundados.