El ejército israelí ha entrado en una nueva fase de las tres que se han planificado para acabar, o debilitar al máximo a Hamás. Israel asegura haber destruido en las últimas horas hasta 450 posiciones de la organización terrorista en Gaza y ha confirmado los combates con las milicias palestinas sobre el terreno.
Una vez recuperadas las telecomunicaciones, podemos hacernos una idea de la situación en una Gaza que ha sufrido en las dos últimas noches los peores bombardeos de estas tres semanas de guerra.
La autoridad sanitaria de Gaza, dependiente de Hamás, cifra en más de 300 los muertos en las últimas 24 horas, elevándose ya a 8.000 desde el inicio de las ofensiva israelí. Los gazatíes sienten que no hay lugar seguro en la franja, una denuncia avalada por organizaciones humanitarias.
Pero Israel, que ya hado por iniciada la segunda fase de la ofensiva, augura, en palabras de su primer ministro, una guerra larga y difícil. "Lucharemos por tierra mar y aire hasta el final", dice un Benjamin Netanyahu, quien parece priorizar el aniquilamiento de Hamás a la liberación de los rehenes. Su ejército, que muestra en imágenes con tropas terrestres sobre el terreno, asegura haber atacado en las últimas horas 450 objetivos militares de la organización islamista.