A Desiré y sus dos compañeras de piso, Diana y Martina, se les ha vencido el contrato de alquiler. Tendrían que haber dejado ya la casa pero han decidido quedarse en la vivienda como forma de protesta.
Su piso lo ha comprado un fondo inmobiliario, Vitrubio Socimi, que no les ha renovado el contrato a ellas y a otras cuatro viviendas. Los vecinos denuncian que el fondo dedica esos apartamentos que compra a alquiler temporal y turístico, con grandes subidas de precio.
El fenómeno está extendido en Puerta del Ángel, un barrio de Madrid que tenía hasta hace muy poco viviendas asequibles.
En los últimos tiempos hay fondos de inversión, como Madlyn, que han comprado allí hasta 20 edificios. El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos denuncia que eso está contribuyendo a que los alquileres se disparen y por eso se han manifestado este sábado en Madrid.