Este fin de semana han vuelto a producirse ataques o interacciones de orcas con veleros en el Estrecho. Un barco francés tuvo que ser ayer asistido por salvamento tras sufrir daños en el timón a la altura de Estepona. En las islas Canarias no se producen estas conductas de las orcas, pero los biólogos marinos de Loro Park en Tenerife sí saben mucho sobre el comportamiento de estos cetáceos.
Desde el centro se ha llevado a cabo un análisis del comportamiento que da respuesta a los ataques de las orcas a embarcaciones en la zona del Estrecho de Gibraltar. La investigación hace referencia al estudio que llevan a cabo desde 2006 en aguas del Estrecho y donde se evidencia que las orcas sólo intentan jugar pero que, obviamente son peligrosas por su peso y tamaño. Además, no son vengativas. Una característica que científicamente se ha demostrado que sí poseen los chimpancés.
Además, desde Loro Parque Fundación y el Instituto Universitario de Salud Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) se está colaborando en un proyecto pionero que tiene como objetivo el diseño y fabricación de un dispositivo específico para la reflotación de cetáceos varados adaptados a las características de los animales que varan de manera más frecuente en el archipiélago.
Este proyecto, subvencionado por Gobierno de Canarias, dotará a todas las islas de al menos un sistema de reflotamiento que, en caso de producirse un varamiento, permita la intervención temprana de los expertos del Instituto Universitario de Sanidad Animal de la ULPGC, que son los encargados de evaluar si los animales están en condiciones de volver al mar.
Esto permitiría gestionar estas emergencias reduciendo el riesgo de muerte de ejemplares en varamientos individuales o masivos, como el que recientemente ha ocurrido en Escocia y en el que fallecieron más de cuarenta ejemplares de ballena piloto.
El desarrollo de este sistema está englobado en el proyecto MARCET II, que tiene como objetivos la utilización de técnicas avanzadas de oceanografía operacional, así como de monitorización y vigilancia sanitaria de los cetáceos residentes en áreas marinas protegidas y de especial interés en la Macaronesia, para la protección y conservación de estas especies y su puesta en valor como patrimonio natural.
Canarias es un territorio cuyas condiciones oceanográficas y climáticas favorecen que en archipiélago se hayan identificado 30 especies diferentes de cetáceos, convirtiéndolo en uno de los lugares del mundo con mayor diversidad de ballenas y delfines. Esta enorme diversidad y abundancia también es la causa de que en nuestras costas vare una media de 50 cetáceos al año, algunos de ellos vivos.