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La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ha condenado los últimos ataques rusos contra el centro histórico de la ciudad ucraniana de Odesa, donde se encuentran varios museos con el estatus de patrimonio mundial.
La ciudad, ubicada en el suroeste de Ucrania, ha sido escenario de ofensivas rusas a lo largo de los últimos días. Los ataques han provocado muertos y heridos, y han destruido infraestructura civil, incluidos puertos marítimos.
El gobernador de Odesa, Oleg Kiper, ha informado de un ataque de las fuerzas rusas sobre almacenes de grano en Odesa, días después de que Moscú decidiera romper el acuerdo de exportación y de que ambos países anunciaran que los buques que navegasen por el mar Negro podrían ser considerados objetivos militares.
Kiper ha precisado que el ataque ha destruido 100 toneladas de guisantes y 20 toneladas de cebada, mientras que dos personas han resultado heridas como consecuencia de la explosión.
Por su parte, la Fiscalía de Odesa ha precisado que como resultado de este último bombardeo y el incendio posterior al menos tres hangares de grano han quedado destrozados, al igual que las instalaciones administrativas y equipos agrícolas resultaron dañados.
El portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha mostrado su preocupación por los continuos ataques del Ejército ruso contra Odesa y por la decisión tanto por parte de Rusia como de Ucrania de considerar a cualquier barco en el mar Negro como transportes de carga militar.
El representante de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, ha asegurado ante el Consejo de Seguridad de la organización que el acuerdo para la exportación de cereales y productos agrícolas desde puertos ucranianos se había convertido en una operación "comercial".
Nebenzia ha manifestado sentirse "sorprendido por el grado de cinismo" de los miembros occidentales del Consejo de Seguridad a la hora de expresar su preocupación por el fin del acuerdo de granos. "Tengo una pregunta para ustedes, ¿qué esperaban?", ha añadido el representante ruso.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, han mantenido una conversación telefónica en la que han "coordinado esfuerzos" para restablecer el funcionamiento del acuerdo para la exportación de cereales ucranianos por aguas del mar Negro.
"Debido a las acciones de Rusia, el mundo está una vez más la borde de una crisis alimentaria. Un total de 400 millones de personas en muchos países de África y Asia corren el riesgo de morir de hambre. Juntos, debemos evitar una crisis alimentaria mundial", ha añadido Zelenski en Twitter.
Asimismo, el mandatario ucraniano ha informado de que junto a su par turco ha abordado la implementación de la llamada 'fórmula de paz', la propuesta de Kiev para acordar el fin de la guerra -iniciada en febrero de 2022 por Rusia- y cuyo gran condicionante es el respeto total a la integridad territorial de Ucrania.
"Solicitamos la asistencia del presidente Erdogan para el retorno de los prisioneros de guerra ucranianos, especialmente los tártaros de Crimea", ha añadido el presidente Zelenski, quien además ha agradecido a su par turco por haberle recibido en Estambul a comienzos de mes. "Le agradezco la fructífera reunión", ha dicho.
Rusia y Ucrania alcanzaron en julio del año pasado un acuerdo -con la mediación de Turquía y Naciones Unidas- para la exportación de grano ucraniano y fertilizantes rusos desde puertos del mar Negro. Tras varias prórrogas, el pacto finalmente ha llegado a su fin esta misma semana después de la negativa rusa a una nueva extensión.