Las negociaciones entre PP y Vox han hecho que, en algunos ayuntamientos y parlamentos, la extrema derecha imponga la retirada de banderas LGTBI. Todo a pocas horas de la principal marcha del Orgullo que se celebra esta tarde en Madrid en plena precampaña y que se prevé, además, de multitudinaria, muy reivindicativa.
Fiesta como siempre y reivindicación más que nunca. En plena precampaña, los derechos del colectivo se han colado en el debate político marcado por los pactos entre PP y Vox. El PSOE ha advertido del peligro de estos pactos para el colectivo LGTBIQ+. No solo ellos, Sumar también advierte sobre el riesgo de involución.
La bandera arcoíris se ha convertido en un arma de guerra política. El presidente se la pone en la muñeca, mientras Vox la tira a basura en la lona ya retirada por orden de la Junta Electoral. La ultraderecha se niega a colocar el símbolo LGTBIQ+ en las instituciones.
Haciendo equilibrios, el Partido Popular acepta el veto a la bandera impuesto por Vox. Al mismo tiempo, ilumina su sede con los colores del colectivo y le muestra su apoyo. El colectivo está convencido que si cambia el Gobierno, se recortarán derechos.
El clima político ha provocado un cambio de lema a última hora, en la cabecera de la manifestación se reivindicarán los derechos. Además, seis ministras participarán en la marcha. El PP enviará una representación de perfil más bajo. Por su parte, Vox no estará ni se le espera en el Orgullo de la precampaña.