En Estados Unidos se busca al autor de la muerte a tiros de cinco personas. Los asesinatos se produjeron el viernes 28 de abril por la noche en San Jacinto, en Texas. Un mexicano de 38 años armado y peligroso disparó a bocajarro a sus vecinos, una familia hondureña que le había pedido que dejara de disparar en el jardín en plena noche.
La Policía busca al hombre de 38 años y origen mexicano, armado y peligroso, que ayer abrió fuego contra sus vecinos en San Jacinto, Texas, una familia hondureña. Mató a cinco personas, entre ellas un niño de ocho años, y a dos mujeres que protegieron a sus hijos con sus cuerpos. Todos fueron ejecutados de un tiro en la cabeza. El sospechoso estaba borracho cuando perpetró la matanza. En lo que llevamos de año se han registrado ya 170 tiroteos en EE.UU.
James Smith, agente especial del FBI de Houston que está a cargo de la investigación ha declarado en una rueda de prensa que el autor de esta matanza es muy peligroso. "Lo consideramos armado y peligroso y no vamos a parar hasta que lo detengamos y lo pongamos bajo custodia. Pero él está ahí afuera y es una amenaza para la comunidad. Así que no quiero que nadie piense algo diferente a eso. Él es una amenaza para la comunidad y necesitamos la ayuda de la comunidad para localizarlo pronto y sacarlo de las calles esta misma noche", comentaba el agente ante los medios.
Francisco Oropeza, autor de la matanza, tiene 38 años y es de origen mexicano. Entró en la casa de sus vecinos porque le reprocharon que hacía mucho ruido pegando tiros en el jardín. Comenzó a disparar contra ellos, en ese momento había diez personas en la vivienda, todas de nacionalidad hondureña. Las víctimas fueron encontradas en diferentes habitaciones, en una de ellas había dos mujeres muertas que según las autoridades habían utilizado sus cuerpos para proteger a dos niños que sobrevivieron.
El sospechoso huyó de la escena del crimen, poco después la Policía encontró su móvil y su ropa cerca de un bosque pero los perros de la Policía le perdieron el rastro. Según algunos testigos el presunto asesino había estado bebiendo esa tarde y en barrio es habitual escuchar disparos: "Acabábamos de escuchar un tiroteo, pero quiero decir que para nosotros es algo normal. Siempre hay tiroteos aquí, casi todos los días o los fines de semana, especialmente los días festivos. Pero he visto que siempre llaman a la Policía y nunca hacen nada. No sabía lo que estaba pasando asi que nos fuimos a dormir y esta mañana fue cuando vi todo lleno de coches y policías".