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La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Comisión Europea subrayaron que están siguiendo de cerca y respondiendo a la escasez actual de antibióticos que afecta a varios países de la Unión Europea (UE), entre ellos España, y están cooperando con las autoridades nacionales para investigar si se pueden tomar "medidas adicionales" que mitiguen el impacto de este problema que viene de años atrás.
Explican que el repunte de las infecciones respiratorias durante los últimos meses ha llevado a un incremento en la demanda de antibióticos como la amoxicilina, especialmente con formulaciones pediátricas, lo que sumado a los retrasos en la fabricación y los inconvenientes en la capacidad de producción ha provocado "problemas de suministro que afectan a la mayoría" de los países europeos.
En España, Sanidad cifra en 650 los fármacos con problemas de suministro. Según cálculos del Consejo General de Farmacéuticos, es un 160% más que el año pasado. Y, además, parece que con difícil solución. El vicepresidente de dicho organismo, Juan Pedro Rísquez, considera que los problemas de suministro y de desabastecimiento "van a perdurar" porque tienen "unas causas muy diferentes y muy globalizadas".
Entre los motivos está la falta de grandes laboratorios en España y que las principales materias primas procedan de Asia. Otra cuestión no menor es la oferta y la demanda. España paga menos que otros países y, por eso mismo, nos dejan a la cola a la hora de comprar. "Al final los laboratorios buscan su bien y acaban derivando a otros países", dice el farmacéutico Joaquín Venegas.
El problema, por supuesto, acaba trasladándose a la consulta médica. Pepe Serrano, pediatra, manifiesta que "unas semanas falta una cosa y, cuando tienes eso gestionado, falta otra cosa de la que estabas seguro que no faltaría en la vida".
Un problema que, en lo que va de año, "va a peor", advirtió el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, durante la presentación del 'Balance 2022 de las incidencias en el suministro de medicamentos' y de la campaña FarmaHelp. Gracias a este sistema, las farmacias pueden indicar en qué otra cercana sí disponen del fármaco que se necesita.
Asumiendo que los medicamentos van a faltar, las farmacias piden más facilidades para ofrecer alternativas. Es decir, que si se acude con una receta para unas pastillas y no hay, las cambien por un jarabe o similar. Porque, en caso contrario, lo que toca es volver a pedir cita con la saturación que hay ahora mismo en la atención primaria.
El Ministerio de Sanidad ha podido confirmar a Cuatro que en situaciones extremas se puede llegar incluso a importar medicamentos extranjeros. Y llaman a la calma. Aseguran que para la inmensa mayoría de los casos hay alternativas y que en absoluto estamos ante una situación crítica.