Esta semana la bronca política se ha producido por los datos del paro, en concreto por los llamados fijos discontinuos. Mientras que el PSOE presumia de las cifras de empleo, con una reducción de 35.000 desempleados, el PP acusa al gobierno de maquillar las cifras por los millones de fijos discontinuos que hay desde la ultima reforma laboral.
Ahora los contratos duran más tiempo y hay menos trabajadores temporales que hace un año. Los números parecen buenos 11 meses después de la reforma laboral, pero, ¿qué tipo de empleo y condiciones hay detrás de la estadística?
Cuatro de cada 10 contratos firmados en noviembre fueron indefinidos. Dentro de esos indefinidos, una tercera parte son fijos discontinuos, el contrato que está dando más que hablar este año. En el último mes lo han firmado casi 213.000 trabajadores, 5 veces más que hace un año
Los contratos fijos discontinuos dan más estabilidad al trabajador que los temporales porque en teoría, solo se interrumpen en momentos de inactividad, por ejemplo, durante los meses de invierno en los empleos vinculados al turismo de playa. Cuando esas actividades se interrumpen, el trabajador sigue teniendo un contrato vigente, pero no figura ni como afiliado ni como parado. Si tiene paro acumulado, lo cobra y si no, ni lo cobra ni cotiza.
Sin embargo, las estadísticas reflejan que con estos contratos se sigue haciendo trampas. La reforma laboral ha dado más estabilidad que con el contrato temporal, pero muchos se quejan de que no la suficiente, porque muchos de estos contratos son de temporada o de fin de semana. Ahora hay otro tipo de precariedad en función de los días que se trabaja.
Los expertos creen que esta fórmula da más cobertura al trabajador pero hay síntomas de que las condiciones laborales no han mejorado lo suficiente.