Un total de trece menores han tenido que ser atendidos por el 061, dos de ellos han requerido traslados hospitalarios, por desvanecimientos y crisis de ansiedad durante una fiesta Halloween "light" que tuvo que ser desalojada por motivos de seguridad por la Policía Local en Sevilla.
Asimismo, los agentes han procedido a instruir diligencias contra un hombre de 42 años, en calidad de imputado no detenido, como responsable de la fiesta, según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla en un comunicado.
Los hechos tuvieron lugar ayer alrededor de las 20.45 horas en la Sala Music Sevilla, en la zona de la Carretera Amarilla, cuando sobre las 20:30 horas, se recibieron llamadas al 092 denunciando la saturación de personas en el interior del local, de ahí que se destacaron al lugar más efectivos.
A su llegada los agentes comprobaron cómo una chica de 14 años estaba siendo atendida por una ambulancia, siendo trasladada posteriormente a un hospital, por una crisis de ansiedad, mareos, pérdida de verticalidad y extremidades adormecidas.
A la vista de la situación y la existencia de más casos, solicitaron más ambulancias en el lugar.
Mientras algunos de los agentes policiales atendían a los menores que requerían asistencia, otros se dirigieron al establecimiento y comprobaron cómo las salidas de emergencias estaban bloqueadas.
Al tiempo, una de las personas del dispositivo de seguridad privada denunció a los agentes las malas condiciones para los asistentes a la fiesta que los responsables de la fiesta habían provocado al haberse agotado las botellas de agua, no disponiendo de sistema de aire acondicionado y cortando el agua de los aseos.
Ante esta situación, los agentes retiraron las vallas y liberaron las salidas de emergencias, permitiendo la salida de los asistentes al exterior; tras esto, accedieron al interior y encontraron completamente saturadas las diferentes estancias.
Encontraron a jóvenes caídos en el suelo que estaban siendo atendidos por otros menores; todos presentaban la piel enrojecida, fatigados, con exceso de sudoración y mareos, y se quejaban a los agentes de la falta de agua para su hidratación.
Un total de 13 menores de edad, de 14 y 17 años, fueron asistidos en la misma sala por deshidratación, crisis de ansiedad y desvanecimiento, y dos de los atendidos requirieron traslado hospitalario.
En el interior del establecimiento los agentes contactaron con el denunciado, responsable de la organización de la fiesta, para que justificase las condiciones del interior del local, sin que tuviera respuestas para lo que allí estaba sucediendo y apelando a la necesidad de hacer negocio: “De alguna forma tengo que ganar dinero”, les dijo a los agentes.
Los agentes procedieron al total desalojo del establecimiento y su precinto cautelar, al tiempo que informaron al denunciado de la instrucción de diligencias judiciales por los hechos observados.
Respecto a los menores afectados, los agentes contactaron con sus padres o tutores legales para informarles de los derechos que les asisten como personas perjudicadas víctimas de delito.
No se descarta la existencia de más afectados que fuesen trasladados por sus propios medios a centros médicos, mientras que la investigación continúa abierta para esclarecer los extremos de interés para las diligencias en curso.