Para evitar que la factura se dispare todavía más este invierno, en algunos hogares han decidido abrigarse más y no encender la calefacción o hacerlo lo menos posible. Se nota en la venta adelantada de mantas y edredones.
Los expertos recuerdan que ajustar el termostato es lo mejor para ahorrar con cualquier fuente de calor ya que cada grado es un siete por ciento más en la factura.
A 30 grados en buena parte de España, todavía en tirantes y sandalias, estamos comprando edredones nórdicos y calefactores. Dos meses antes de lo habitual.
Con los precios del gas disparados por la guerra de Ucrania, hay miedo a la factura de la calefacción y se buscan alternativas. Pero ojo, porque esos aparatos son la fuente de energía más cara para calentarse. Lo más barato es la tarifa regulada de gas natural seguida de la bomba de calor, los aparatos de aire acondicionado que también calientan.
La medida más eficiente para ahorrar con cualquier fuente de calor es vigilar y ajustar bien el termostato. Cuidado con los falsos mitos que hablan de mantener la calefacción todo el día a una temperatura constante ya que los expertos aseguran que siempre es mejor apagarla cuando no se necesite.
Otras medidas como aislar puertas y ventanas con burletes y tener cuidado al ventilar la casa ya que basta con 15 minutos.