La nueva ley que restringe el uso de armas en espacios públicos de Nueva York (EEUU), y que incluye la popular zona de Times Square y en 13 manzanas a la redonda, entró en vigor el pasado 1 de septiembre después de que fuera firmada por la gobernadora del estado, Kathy Hochul. Por otra parte, preocupa en el país el gran consumo de fentanilo.
La acción de Nueva York es en respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que avaló que se pueda llevar armas en público en todo el país norteamericano. Tampoco se puede llevar arma en el transporte público, en los centros educativos o en los lugares de culto, entre otros espacios. Sin embargo, como en todas las reglas, siempre hay excepciones.
La legislación también impone nuevas condiciones para obtener un permiso para un arma de fuego, incluido el requisito de 16 horas de entrenamiento sobre manejo del arma y dos horas de entrenamiento en un campo de tiro.
La decisión del Supremo surgió de una demanda interpuesta por Robert Nash y Brandon Koch y la Asociación de Rifles y Pistolas del Estado de Nueva York, una filial de la Asociación Nacional del Rifle.
La acusación demandó a este estado por prohibir llevar armas de fuego en público, pese a que permite a sus residentes llevarlas ocultas en la calle con una autorización especial si alegan una necesidad específica de autodefensa.
John Aaro es una de las 76.200 personas en el estado de Nueva York con permiso para portar armas. La demanda de licencias se han disparado en el último mes. Aaro, trabajador de 'WestSide Rifle', asegura que tienen que pensar dónde va ese día y si va a haber un supermercado o un colegio cerca.
Eso sí, señala que la nueva ley limita su libertad. "Solo desearía que no hubiera tantas restricciones. Es una imposición".
Una de las excepciones que nos encontramos en Times Square es la de Johnny Nuñez, un policía retirado que puede llevar encima y sin problema alguna su arma. Desde el kilómetro 0 de la 'Gran Manzana', explica que "estoy exento de estas regulaciones, como lo están los militares o los agentes fuera de servicio".
Carteles en Manhattan marcan la zona libre de armas, pero son casi imperceptibles por su tamaño. Y también temporales, puesto que un juez acaba de bloquear partes de la nueva ley. Las autoridades tienen ahora tres días para recurrir el fallo y defender su posición.
Carolina Chavez, de la oficina del alcalde de Nueva York, Eric Adams, manifiesta que "queremos que la gente que tiene armas sea responsable y pueda ejercer su derecho si tiene licencia para ello. Pero, al mismo tiempo, también que todo el mundo se sienta y esté seguro".