La propuesta de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, con los votos a favor de Cs y PP, de retirar los nombres de la avenida Francisco Largo Caballero y del bulevar Indalecio Prieto, así como la placa en la plaza de Chamberí dedicado al primero, además de instar a la eliminación de las estatuas erigidas en Nuevos Ministerios en su memoria, ha vuelto ha desatar la bronca política después de que la estatua del que fuera presidente del Gobierno en la República, el socialista Francisco Largo Caballero, ubicada en Nuevos Ministerios, amaneció el sábado con las pintadas de 'Asesino' y 'Rojos no'.
La propuesta la presentó en Cibeles el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, con el objetivo de acabar con cualquier homenaje a "personajes siniestros" como Largo Caballero y el también ministro socialista en la República Indalecio Prieto. "Ambos son exponentes de totalitarios criminales antidemócratas que no merecen un reconocimiento en las calles de Madrid", indicó.
El presidente del Pleno, Borja Fanjul (PP), justificó el apoyo a la eliminación de este homenaje en el callejero en el artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica, que permite a las administraciones retirar escudos, placas o menciones conmemorativas "de la exaltación de la sublevación militar, de la Guerra Civil o de la represión de la dictadura".
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fue quien dio a conocer el ataque en su perfil de Twitter. "Derecha y ultraderecha han utilizado mentiras y manipulaciones históricas para borrar su figura del callejero de Madrid. Ahora, ese desprecio por la memoria cristaliza en vandalismo y violencia incívica", ha expresado en la red social.
A sus críticas en Twitter se unían el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y el vicepresidente Pablo Iglesias.
El domingo, la vicesecretaria general y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, ha acusado a Pablo Casado de estar "sembrando lo que cosecha Vox". "Cada vez que Casado dice que este es un Gobierno fraudulento, está sembrando lo que cosecha Vox", ha manifestado.
En este punto, Lastra ha asegurado que hace unas horas los "neofranquistas" de Vox "han atacado" las estatuas de Largo Caballero y de Indalecio Prieto. "Han querido amedrentarnos con amenazas. Otros con mucho más poder que ellos lo intentaron antes y ya están donde va a acabar este engendro tardío del fascismo, en el vertedero de la historia", ha subrayado.
Además, ha destacado que al PSOE "no le amedrentan una panda de fascistas". "Este partido no se deja amedrentar y vamos a seguir transformando la realidad y trabajando día a día por el bienestar de nuestros ciudadanos. Han venido a pegar fuego a la democracia y a sembrar odio, son el último aliento de una pasado tenebroso antes de desaparecer para siempre", ha concluido la portavoz socialista.
Por su parte, un centenar de profesores de Historia Contemporánea de universidades españolas y extranjeras, como el catedrático de la London School of Economics Paul Preston, denuncian en un documento de 13 puntos la proposición de Vox, apoyada por PP y Cs, para retirar del callejero a Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto, porque se basa en "viejos y desacreditados clichés pseudohistóricos de la propaganda franquista".
Argumentan que lo hacen mediante un juicio "estrictamente técnico" sustentado "en investigaciones de solvencia acreditada entre la comunidad científica", después de calificar de "penosa articulación formal" la moción de Vox, unido a la "falacia de la mayoría de sus argumentos y a la "nula documentación que se adjunta a la iniciativa" del grupo liderado por Javier Ortega Smith.
La Fundación Largo Caballero, por su parte, ya ha mostrado su apoyo a esta iniciativa firmada por "un núcleo de profesores de historia de distintas universidades españolas y extranjeras que, indignados con la decisión del Pleno de Madrid, han considerado debían denunciar las falacias en que se pretendía fundamentar esa decisión".
Los profesores e investigadores firmantes están dispuestos a aportar las pruebas documentales en la comisión que suponen que se establecerá antes de que se adopte la decisión definitiva, como ocurrió en el proceso de resignificación del callejero madrileño abordado por la anterior Corporación municipal, en referencia al Comisionado de Memoria, con Paca Sauquillo al frente. Y lo hacen para plantar cara a las "maquinaciones propias de la baja política".