Pedro Sánchez tiene hoy por delante una decena de llamadas, a los presidentes autonómicos y a los de Ceuta y Melilla. Ya ha hablado con el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu y con el independentista Quim Torra a los que ha dedicado 15 minutos para saber de primera mano qué piensa cada uno sobre su investidura y acuerdo de gobierno. Con Torra ha aceptado reunirse "lo antes posible", según ha informado la oficina del President.
Quim Torra ya se ha mostrado molesto públicamente y Sánchez ya había rechazado hablar con el president por no condenar la violencia durante los disturbios en Cataluña. Ahora con la negociación con ERC en curso la situación ha cambiado. El líder socialista ha vuelto reconocer que en Cataluña existe un conflicto político, según fuentes independentistas.
La primera llamada ha sido con el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, algo más fácil y le ha seguido el discrepante Quim Torra. Al presidente catalán no le parece bien que le incluya en una ronda de contactos al mismo nivel que el resto de presidentes regionales.
No obstante, Torra le ha cogido llamada para reiterar su posición sobre la autodeterminación y la amnistía a los presos, además de pedir un diálogo bilateral, de igual a igual, entre Moncloa y la Generalitat.
El siguiente de la ronda de contactos será el popular Alberto Núñez Feijóo, que seguirá las directrices de su partido de afear al PSOE su acuerdo con Unidas Podemos.
Esquerra es un socio que incomoda también a algunos de los barones socialistas. El aragonés, Javier Lambán ha llegado a pedir la abstención al PP para no depender del que tildó como "partido indeseable". Menos discrepancias se esperan de otros presidentes socialistas.