El nuevo gobierno se sitúa como la segunda preocupación por detrás del paro entre los españoles

  • Pedro Sánchez propone reformar el artículo 99 de la Constitución

Nuestros políticos son, por detrás del paro, la segunda mayor preocupación de los españoles, según el CIS. La clase política no estaba tan mal apreciada desde 1985. Los electores han apostado por el multipartidismo, pero sus respresentantes no han captado el mensaje: 2015, adelanto electoral; 2016, repetición de elecciones; 2019, nuevos comicios tras moción de censura y posterior bloqueo a los presupuestos.

“Lo que necesitamos es que haya más hartazgo todavía. El elector dice, yo ya he hecho mis deberes, acudí a votar. Ahora es la hora de los representantes, que se pongan de acuerdo”, señala Narciso Michavila, sociólogo y presidente de GAD3.

Con 123 escaños, los mismos que Rajoy en 2015, Sánchez es incapaz, de momento, de aglutinar una mayoría para su investidura. “Aquí hay dos problemas. Uno es coyuntural y otro es estructural. El estructural es que tenemos un artículo 99 de la Constitución española que no funciona, hay que reformarlo”, apuntó Pedro Sánchez como solución.

El hombre de aquel “no es no” a un Rajoy que pedía la abstención al PSOE, critica hoy las ‘coaliciones negativas’. “Es evidente que tenemos que encontrar un mecanismo que permita una investidura y que impida coaliciones negativas que pueden avocar a la repetición sistemática electoral”, comentó Sánchez.

¿De qué mecanismos hablamos?

  • Por ejemplo, del modelo griego, que premia con 50 de sus 400 diputados al partido más votado.
  • El impedir el voto en contra de un candidato en segunda vuelta, como funciona en los parlamentos vasco y asturiano.
  • Respetar los dos meses de negociaciones, pero si no hay acuerdo, que gobierne el partido con más escaños.
  • La doble vuelta, un sistema más propio de modelos como Francia o Reino Unido, pero no de España, con sus diversas sensibilidades territoriales.
  • O copiar el ejemplo de los ayuntamientos.

Lo que no tiene ningún sentido es que el 15 de junio pasado todos sepamos que cuando se convoca un pleno del ayuntamiento de Barcelona, Madrid, Santander, Bilbao o de Cádiz, ese día sale un gobierno. Porque si no hay una mayoría absoluta, gobierna la lista más votada. España nunca había tenido que repetir elecciones, pero no es un ejemplo aislado: Grecia, Austria, Israel; hasta en países con sistemas mayoritarios, los gobiernos monocolor son cada vez más raros.

Surge la idea de un cambio normativo. “Tienes que buscar que pueda haber alternancia y que haya la máxima representatividad, pero que haya estabilidad, sino estás prácticamente embarrado”, comenta Narciso Michavila. Aunque hay voces que se preguntan por qué no redirigir esa responsabilidad del elector al candidato. “Cada vez lo vemos más. Si nos vuelven a convocar no deben ser los mismos candidatos”, añade el sociólogo. Que cambien los que fracasan. Una opción tan sencilla como quimérica.