Cuatro al día ha informado de la tercera dimisión en la Consejería de Políticas Sociales dirigidas por Alberto Reyero. Esta vez, ha sido Óscar Álvarez, el máximo responsable de las residencias de ancianos públicas de la capital, el que ha dejado su cargo alegando motivos de salud y motivos personales.
En una carta, remitida al consejero el 19 de junio, el ya exdirigente asegura que renuncia al puesto a partir del 30 de junio. Álvarez se ha mostrado "orgulloso" de haber desarrollado ese puesto y haber pertenecido a la Consejería "a pesar de todas las dificultades y de la situación dramática que nos ha tocado vivir", en referencia a la pandemia del coronavirus, que ha afectado especialmente a los usuarios de residencias, con casi 6.000 fallecidos.
En este momento, 48 residencias de ancianos de Madrid se encuentran blindadas al haber registrado rebrotes de coronavirus en su interior y por ser estos centros, precisamente, los lugares donde la pandemia ha provocado el mayor número de muertes.
Afortunadamente, ya se conocen y se han denunciado esos "protocolos" que suponían un triage a la hora de elegir a los enfermos de COVID-10 que se trataban en los hospitales y los que no; unos criterios que dejaban completamente abandonados a los ancianos que se encontraban en peores condiciones y a los que la Comunidad de Madrid (o, por lo menos, sus geriatras, según dijo la presidenta Ayuso) dejó morir.
Este programa ya entrevistó al Consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, que fue quien advirtió a Escudero que la situación en las residencias en el momento más álgido y dicho protocolo era "inadmisible".
"Yo dije que, si las residencias no iban a los hospitales, los hospitales debían ir a las residencias, que debían ser medicalizadas (aunque estuviera prohibido). Y si ese documento era un borrador, que me expliquen por qué iba firmado y no llevaba la marca de agua de borrador, porque entonces nunca sabremos diferenciar documentos", dijo Reyero en CAD.