¿Cómo es el plan de emergencia ante tsunamis que ha aprobado España?
España acaba de aprobar un plan de emergencia frente a tsunamis, respondiendo así a una demanda histótica de los expertos en este área
Las costas con mayor riesgo de tsunami son las de Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares y la Región de Murcia
Como ejemplo, en sismo en el océano Atlántico podría provocar un importante maremoto en la costa occidental de Andalucía y de Portugal
Puede que, cuando pienses en la posibilidad de un tsunami, España no sea uno de los países de riesgo que te vengan a la cabeza, y ello es la mejor prueba de hasta qué punto es necesario contar con un plan preventivo que nos ayude, entre otras cosas, a tomar conciencia de la probabilidad de que se produzca uno de estos eventos.
Afortunadamente, España acaba de aprobar un plan de emergencia pensado específicamente para actuar con la máxima seguridad posible ante maremotos y sus consecuencias. De hecho, para muchos expertos resulta sorprendente que España no haya contado hasta ahora con un plan de este tipo, ya que la probabilidad de que tenga lugar un tsunami en nuestras costas es relativamente elevada. ¿Cómo es el plan de emergencia ante tsunamis que acaba de aprobar España? ¿Hasta qué punto es posible que ocurra un gran maremoto en nuestro país?
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Cómo es el plan de emergencia ante tsunamis de España
España es un país con un total de 7.660 kilómetros de costa y, de toda esta superficie bañada por mares y océanos, las zonas con mayor riesgo de sufrir las consecuencias de un tsunami son las de Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares y la Región de Murcia.
Los expertos llevan tiempo advirtiendo acerca de la posibilidad de que lleguen a producirse importantes maremotos en nuestro país y, aunque nos quede un poco lejos, en 1755 encontramos el ejemplo más reciente de maremoto de gran magnitud registrado en costas españolas: en aquel año, parte de las provincias de Cádiz y de Huelva quedaron inundadas debido a un maremoto que llegó a registrar una magnitud 9, provocando 1.240 muertos en una costa donde vivía muchísima menos gente que ahora.
Fue el más grave, pero desde entonces se han registrado más de una docena de eventos similares y, la posibilidad de un sismo en el océano Atlántico que podría provocar un importante maremoto en la costa occidental de Andalucía y de Portugal ya ha sido advertida en repetidas ocasiones por la comunidad científica.
En este contexto, España se ha dotado por primera vez de un sistema de alerta temprana ante tsunamis que fue anunciado recientemente por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Bajo el nombre de Plan Estatal de Protección Civil ante el Riesgo de Maremotos, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 18 de mayo y presentado públicamente en Cádiz el pasado 3 de junio, este plan se apoya en el Sistema Nacional de Alerta por Maremotos (SINAM), "un sistema único y coordinado capaz de detectar precozmente la generación de maremotos que puedan afectar a las costas españolas y transmitir, en el tiempo más corto posible, la información a los órganos competentes en materia de Protección Civil de los ámbitos territoriales potencialmente afectados", tal y como explicó el director general de Protección Civil y Emergencias, Leonardo Marcos.
El ámbito territorial de aplicación de dicho plan está formado por las comunidades autónomas costeras, en especial aquellas que presentan un mayor riesgo de sufrir el impacto de olas provocadas por maremotos: Andalucía, Islas Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares, la Región de Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En cuanto a cómo funciona el plan de emergencia ante tsunamis, el SINAM, que se nutre de la información recopilada por la Red Sísmica Nacional; la red de mareógrafos REDMAR de Puertos del Estado; los sistemas de detección del Instituto Español de Oceanografía y los demás sistemas de detección marina de las distintas administraciones públicas, se vale también de las alertas emitidas por Francia, Portugal, Italia, Grecia y Turquía, sería el encargado de transmitir la alerta al resto de niveles.
Así, gracias a la información facilitada por la red de centros nacionales e internacionales, "el SINAM puede determinar la localización y el momento de ocurrencia de un maremoto y calcular su probable consecuencia", como pueden ser olas marinas gigantes o tsunamis.
El siguiente paso sería realizar los cálculos necesarios para comprender las dimensiones del peligro y lanzar la alerta. Según explicó el ministro Fernando Grande-Marlaska, "un mecanismo de anticipación y alerta temprana ante este tipo de emergencias es imprescindible en un país que cuenta con unos 7.660 kilómetros de costa en los que reside el 58 por ciento de la población, unos 23 millones de habitantes".
El Plan Estatal de Maremotos prevé también la realización de ejercicios y simulacros en colaboración con las comunidades autónomas, así como la elaboración por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias de un programa permanente de información y sensibilización ante el riesgo de maremotos.
Y es que los expertos coinciden en que es necesaria un labor de concienciación de la población, estableciendo rutas de evacuación señalizadas en caso de tsunami e impartiendo clases de prevención. Entre otras cosas, las comunidades autónomas deberán crear mapas de las zonas inundables, instalar altavoces para alertar a la población, señalizar las rutas de evacuación o establecer puntos seguros de encuentro.
En cuanto a las comunidades de mayor riesgo, las mayores elevaciones asociadas a la llegada de los maremotos a la costa española se producirían en la costa occidental andaluza y en Canarias, con valores máximos que podrían llegar a superar los 8 m. Los tiempos de llegada rondarían los 55 minutos en Andalucía, mientras que la llegada a las Islas Canarias se produciría pasada una hora. Cabe destacar que este tramo de la costa andaluza podría verse afectado por la llegada de maremotos de menor magnitud, pero con un tiempo de llegada que ronda los 30 minutos.