Miriam y su novio se han desanimado completamente con la celebración de su boda. No sólo porque, finalmente, el pasado 30 de mayo no se pudieran casar debido a la crisis del COVID-19; también porque esa cancelación les ha salido cara.
Han decidido no casarse en la finca que habían contratado porque pidieron cambio de fecha por las medidas sanitarias impuestas por el Gobierno y, sólo por el cambio, les querían cobrar 1800 euros. Además, todas las fechas que les ofrecían entre el mes de septiembre y octubre (que la pareja considera, todavía, un momento prematuro, tal y como están surgiendo rebrotes de coronavirus por toda España) caen en viernes, por lo que cancelaron de forma definitiva.
Como entonces, ya no se van a casar en esa finca, ésta misma les ha cobrado el menú degustación que probaron 6 personas y que era gratuito sólo si te casabas allí, pero Miriam ha asegurado en ‘Cuatro al día’ no les daba buenas opciones para seguir haciéndolo. También les han cobrado la gestión de la reserva y, por tanto, de los 3.850 euros que dejaron de fianza, les han devuelto 3100.