Varias ancianas de la localidad ucraniana de Járkov consiguieron acabar con la vida de numerosos soldados rusos. Para hacerlo no utilizaron ningún tipo de arma, solo su ingenio y veneno.
Los recibieron entre abrazos ganándose así su confianza para después envenenarles con tartas. Fernando Cocho, analista de Inteligencia, nos ha confirmado que, efectivamente, sí que se producen este tipo de sucesos.
Consiste en manipular al contrario, haciéndole creer que estás a su favor. Una vez se logra su confianza, se actúa con el objetivo de eliminarles. En este caso, con alimentos envenenados.
"Es una táctica muy propia, ya lo vimos en la guerra de la antigua Yugoslavia. Incluso había mujeres que se ofrecían a los soldados de un bando o de otro, y cuando estaban en la privacidad, los mataban. Cualquier táctica en estos momentos, desgraciadamente, va a ser útil", explicaba Cocho.