La Policía ha desarticulado en Valencia una red que robaba cadáveres y los vendía a diferentes universidades. Varios trabajadores de una funeraria de Valencia se dedicaban a robar cuerpos en hospitales y residencias de personas extranjeras o personas solas que nadie reclamaba.
Los agentes han detenido a cuatro hombres por ‘robar’ cadáveres y venderlos a universidades para su estudio por 1.200 euros. Los investigados llegaron incluso a visitar a un anciano con demencia en una residencia para convencerle que firmase un documento para que cediese su cuerpo.
Pero la trama no quedaba ahí. Una vez terminaban las prácticas en las universidades, los propios acusados se encargaban de recoger los cuerpos e incinerarlos. A la Policía Nacional le consta que, al menos, 11 cuerpos, se incineraron, pero no hay facturas ni ningún recurso… y es que esos cadáveres se incineraban en féretros de otros difuntos para no pagar esas quemas.
‘Cuatro al día’ ha charlado en exclusiva con José, el dueño de la funeraria y uno de los investigados que ya ha quedado en libertad a la espera de juicio. El dueño de esta empresa ha reconocido al programa los hechos, pero que el delito lo cometieron dos de sus empleados que ya están despedidos:
“Mi funeraria no, han sido un par de empleados los que lo han hecho. Y que yo sepa ha sido un cadáver, con uno se tuvo la incidencia”, aseguraba el empresario.
José, además, admite que uno de estos trabajadores era de su total confianza: “Uno de ellos, desgraciadamente, si era de mi confianza, el otro ni siquiera era trabajador de aquí. Yo la verdad es que me he quedado hecho polvo”.