Un canónigo de la Catedral del Valencia ha sido hallado muerto en su domicilio con signos de asfixia y se investiga un posible asesinato. La víctima, se llamaba Alfonso Pérez Benito, un cura que se había jubilado hace poco tiempo.
Al parecer, hace unos días mandó un mensaje al portero del edificio donde vivía y le decía: "Tengo asuntos personales que resolver, me ausentaré durante una semana". Al pasar más tiempo y no tener noticias de él, decide entrar en su domicilio por si le había pasado algo y descubre su cuerpo sin vida. La vivienda no estaba revuelta y la puerta de la casa no había sido forzada.
Todo parece indicar que el autor del crimen conocía a su víctima. Según las primeras investigaciones, el autor de los hechos, utilizó durante unos días el teléfono del cura y contestó a los mensajes que recibía para simular que estaba vivo. Uno de los vecinos, declaraba: "El portero recibía mensajes del teléfono del difunto".
En exclusiva, 'Cuatro al día' ha conseguido hablar con un compañero canónigo del difunto cura, que hablaba frente a las cámaras y confesaba: "Esta misma mañana, en un grupo de whatsapp que teníamos todos los canónigos, hoy era San Alfonso y le hemos felicitado, y justo me ha llamado la policía diciendo que alguien estaba usando su teléfono, haciéndose pasar por él".
Además, este compañero asegura, que tenía entendido que últimamente Alfonso a veces por misericordia subía a indigentes a su casa y le advirtió: "Ve con cuidado porque te puedes llevar un disgusto".