Saúl ha muerto a los 24 años durante su visita a un piso de citas. Las chicas que estuvieron con él le sacaron de la vivienda aparentemente inconsciente y llamaron a emergencias una hora después de que todo sucediera y desde una lavandería. La madre del joven nos cuenta en ‘Cuatro al día’ su lucha para que se haga justicia dado que descubrió que se habían realizado hasta seis transferencias a estas chicas.
La autopsia determina que Saúl murió a las 17.19 h. pero las chicas que estuvieron con él no habrían llamado a emergencias hasta las 18.14 h. y no con su teléfono sino con un teléfono que pidieron a una señora que estaba en una lavandería cercana.
El atestado policial se cerró tan solo cinco días después de que se produjeran los hechos y su madre empezó a e investigar por su cuenta. Descubrió que desde el teléfono de su hijo se hicieron seis transferencias a favor de estas mujeres, en total, 3.515 euros y uno de los traspasos se habría realizado a las 17.35, cuando Saúl ya había fallecido. Ahora están investigadas por presuntos delitos de omisión de socorro y estafa.
En directo en ‘Cuatro al día’, Mª del Carmen nos contaba que recogió las pertenencias de su hijo tras lo sucedido y acudieron a la compañía telefónica para que les facilitaran el número pin y así poder encender su teléfono móvil.
“Ahí fue cuando descubrí las transferencias a las dos chicas”, narraba y es que, según explica, se habrían hecho seis transferencias a favor de estas mujeres de un total de 3515 euros y uno de los traspasos se habría realizado a las 17.35 cuando, según la autopsia, Saúl ya había fallecido.
Ahora, están investigadas por omisión de socorro y estafa y Mª del Carmen sospecha. Cuando le preguntaban si cree que le obligaron a tomar drogas, respondía: “Supuestamente sí”. Lo sospecha por la rapidez con que todo sucedió: “Sucedió todo tan rápido, el arrastre a sacarlo fuera, las horas de las transferencias… Estamos jugando con drogas que desaparecen del cuerpo muy rápidamente. Se pueden echar en la bebida y desaparecer”.
Además, deja claro que no entiende por qué llamaron desde la lavandería cuando ellas tenían teléfono: “Ellas tenían cada una tres y cuatro teléfonos confiscados. La justicia, si yo no llego a levantar esto, no tira adelante”.