Encalladas las negociaciones entre Junts y el PSOE, la investidura de Pedro Sánchez se complica por la imputación, por parte de la Audiencia Nacional, a Carles Puigdemont por terrorismo en el caso de Tsunami Democràtic.
Una decisión judicial en un momento crucial para los socialistas. Y es que ni el independentismo se pone de acuerdo: ERC ya ha dado su sí a Sánchez, pero lo pactado no es suficiente para los de Puigdemont.
Junts exige barra libre de amnistiados, una barra libre que incluye a todos los suyos formen parte o no del 1 de octubre. Esa lista de Puigdemont libraría de la justicia a la familia Puyol, Laura Borrás y a tres de sus más estrechos colaboradores, todos acusados de delitos ajenos al procés.
Bruselas es el epicentro de las negociaciones donde Junts y PSOE ultiman los flecos del acuerdo, un acuerdo que toma un nuevo rumbo con la imputación de Carles Puigdemont y Marta Rovira en la causa de Tsunami Democràtic.
Puigdemont ya ha reaccionado a este nuevo movimiento de la justicia española en sus redes sociales: “A por ellos por no perder la costumbre. Es el golpe de estado permanente que tanto les gusta revivir, sea con sables o con togas. Mientras no cierren la puerta que abrió el Rey con el discurso del 3 de octubre, siempre se sentirá hedor de alcantarilla”.