Ha ocurrido en la localidad barcelonesa de Sitges, concretamente en la calle del Pecado. Se trata de una conocida zona de copas. Durante la tremenda batalla campal, decenas de jóvenes se lanzaron todo lo que encontraban a su paso, desde mesas y sillas hasta palos y botellas. Todo esto, ante la imposibilidad de actuación de los agentes locales y de los Mossos, que no lograron frenar la situación.
De hecho, tres agentes acabaron heridos. Uno de ellos incluso tuvo que ser trasladado al hospital tras recibir un golpe en la cabeza con una botella. Lo salvaje de la situación hizo que fuera necesario que hasta tres patrullas acudieran al lugar donde ocurría todo.
Los agentes creen que todo habría comenzado con una discusión entre el portero de una de las discotecas de la zona y una persona a la que se le habría denegado el acceso al local. Este podría haber llamado a sus amigos y familiares, que habrían sido los supuestos protagonistas del terrible enfrentamiento. No obstante, los Mossos continúan investigando cuál fue el detonante.
La batalla, que se extendió durante varios minutos, terminó con el cierre temprano de todos los locales de ocio nocturno y sin ninguna detención: los agentes no lograron atrapar a los culpables.