Condenado el falso ‘santo’ de Sevilla que llegó a violar a una niña para “curarla”: “Los padres siguen sin creerla”
‘Cuatro al día’ ha entrevistado en directo a Juan Ramón de la Vega, abogado de la víctima
Abusos sexuales, maltrato, humillación vejaciones… episodio que terminan en 2019, aunque las secuelas psicológicas continúan para la víctima
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La Audiencia de Sevilla ha condenado a 22 años y medio de cárcel a un falso ‘santo’ que se hacía pasar por la reencarnación de San Francisco Javier y sometió psicológicamente a una familia entera. A la víctima la llegó a violar haciendo creer a los padres que era un ritual.
Supuestamente, a los dos menores de esta familia les habían poseído seres malignos. Este falso ‘santo’ hacía creer que entraba en una especie de trance y es cuando llevaba a cabo los abusos y las agresiones sexuales.
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El suceso se remonta a 2012, cuando el matrimonio afectado atraviesa una crisis de pareja y es ahí cuando el falso ‘santo’ y su hija entran en sus vidas. aprovechándose de esa vulnerabilidad, los impostores toman el control de la familia, de su mente e, incluso, del domicilio donde se instalan sin reparo.
Abusos sexuales, maltrato, humillación vejaciones… episodio que terminan en 2019, aunque las secuelas psicológicas continúan muy presentes hoy en día. La menor sufre estrés postraumático, episodios de ansiedad y temor a su entorno.
Habla el abogado de la víctima
‘Cuatro al día’ ha entrevistado en directo a Juan Ramón de la Vega, abogado de la víctima: “La fiscal que ha llegado a asegurar que este es el caso más surrealista que ha tenido en sus 33 años de experiencia. Es increíble cómo llegó tener manipulada a toda una familia entera”.
De hecho, hoy en día, los padres continúan dando más credibilidad al condenado que a la víctima, su propia hija: “Nunca han dado ni la mínima credibilidad a lo que decía su hija, tanto fue así, que se tuvo que ir de casa. Incluso después de la condena, los padres nunca han creído en su hija. Ella ahora no tiene contacto con ellos”.
“Lo más difícil fue demostrar las agresiones sexuales ya que se producían en la propia casa en espacios cerrados. Solo teníamos la palabra de la niña…hasta que al final una exploración ginecológica demostró los abusos”, asegura el abogado de la joven.