‘Cuatro al día’ ha repasado la noticia de los padres que han secuestrado a su hija durante 22 días, alimentada apenas con agua, azúcar y miel para realizarle un exorcismo con el objetivo de “expulsar al demonio de su cuerpo”. La joven residía en Londres y hacía poco que se había divorciado.
La chica viajó hasta Linares, Jaén, buscando el consuelo de su familia, pero nunca se hubiera esperado la reacción que tuvieron sus padres al recibirla: cuando llegó a casa la encerraron en una habitación bajo llave, solo le daban agua, miel y azúcar.
Los padres avisaron a su exsuegro para que le sacara el demonio del interior, supuestamente, tenía el mal en el cuerpo. Fue su propia hermana la que, alertada por no tener noticias de ella, avisó a la Policía. Un vecino, además, llamó a los agentes avisando por los gritos que oía en el domicilio
Cuando los policías se personaron en la dirección, los padres de la joven aseguraban que no sucedía nada, pero estando en la puerta oyeron ruidos que proveían en una de las habitaciones. Encontraron al exsuegro encima de la chica, sujetándole las muñecas y tapándole la boca para que nadie la oyese.
La Policía les detuvo en el momento y la joven ha puesto una orden de alejamiento a los tres, a sus padres y al exsuegro, aunque ya han quedado en libertad. Se trataría del primer exorcismo islámico en nuestro país.
Un reportero ha conseguido hablar con el padre de la joven que se ha justificado: “Esa chica tenía mal la cabeza y la íbamos a curar. Eso no es bueno. La Policía no sabe nada de mí”.
Además, el programa ha podido hablar en directo con el periodista que ha conseguido hablar con el padre que ha explicado todo lo que le ha contado uno de los implicados en este suceso.
Fueron los propios vecinos los que alertaron del exorcismo que los padres le realizaban a su hija en Linares. Escucharon los gritos de la mujer retenida y, sobre todo, ruidos misteriosos que les llamaron mucho la atención y alertó a estos vecinos.
Un equipo de ‘Cuatro al día’ se ha desplazado hasta el lugar de los hechos este jueves para poder charlar con alguno de los vecinos que, por supuesto, no han querido dar la cara por miedo a represalias.