Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, el Presidente ha ido adaptando la residencia a su gusto. De todos es sabido que lo primero que hizo Sánchez fue cambiar el colchón. Peor Moncloa, año a año, va a aumentando su presupuesto para acondicionar el complejo.
El Gobierno ha gastado 2.627.067 euros en contratos relacionados con el recinto presidencial en lo que llevamos de 2022. En la factura también aparecen gastos particulares: 80.000 euros han costado, por ejemplo, una máquina enfriadora. Además, casi un millón de euros destinado a la eficiencia energética.
Pero los gasto no solo implica a los presidentes, los empleados en Moncloa con cargo a los presupuestos cuentan con reconocimientos ginecológicos y urológicos por un valor de 38.000 euros. Además, clases de inglés online, unos 15.000 euros, o escuela de verano para sus hijos por 25.000 euros.
Moncloa parece un pozo sin fondos a la hora de contratar servicios como mínimo cuestionables. Hay que recordar que Presidencia se gastó más de 7.000 euros en comprar 10 alfombras, en poner lavabos más igualitarios se destinaron 72.000 euros o un gasto de 47.000 euros en halcones para acabar con la sobrepoblación de palomas en el edificio. ¿Están justificados estos gastos o es un despilfarro en época de crisis para todos?