Hasta seis cartas bomba se han enviado en las últimas horas a instituciones implicadas en el apoyo a Ucrania. La última, en la Embajada de Estados Unidos en Madrid, que ha estado acordonada hasta que la carta se ha detonado.
Sus características eran similares a las de las otras cinco cartas que se han recibido hasta el momento. No obstante, Rafael Pérez, Secretario de Estado de Seguridad, comunicaba que, por el momento, establecer el nivel de alerta terrorista no está sobre la mesa.
Pero, ¿cómo es posible que un paquete con explosivos pueda llegar tan lejos alcanzando una institución oficial? ‘Cuatro al día’ ha estado en directo con José Luis Gómez, experto en seguridad, para analizarlo.
“Lo primero, hay que diferenciar si la carta viene por conducto postal o viene por otro tipo de conducto. Si es por conducto postal, las sacas se descargan en un escáner de paquetería y cartas para poder comprobar su contenido”, comenzaba.
“Este aparato tiene un dispositivo que se llama colimador, que segmenta transversalmente el objeto a inspeccionar y crea una imagen virtual en tres colores, dependiendo de su intensidad. Así, el vigilante de seguridad puede detectar qué hay en el interior”.
José Luis confirmaba que, en efecto, estos escáneres existen, por ejemplo, en Correos: “Pero hay millones de cartas. Y las cartas tienen que ser visionadas por personas. Puede ocurrir que alguna no se vea suficientemente. Pero para eso está una segunda inspección en el lugar donde se recibe”, finalizaba.