Las denuncias por ‘pinchazos’ para una supuesta sumisión química no dejan de crecer en toda España. Y si hasta ahora eran mayoritariamente las mujeres las que lo hacían, algunos hombres también empiezan denunciar estos peligrosos episodios.
‘Cuatro al día’ ha charlado en exclusiva con Miguel, un joven que prefiere no mostrar el rostro y que denuncia haber sufrido un o de estos pinchazos en una discoteca de Madrid.
“Se siente como un picotazo de avispa… al mirarte te das cuenta de que no es un pinchazo al uso”, asegura la víctima antes de detallar lo sucedido. “Me separé un momento de mi grupo de amigos para pedir una bebida y en ese momento noté el pinchazo…”.
“Lo primero que hice fue buscar a mi hermano, quiero recalcar que siempre, en esta situación, hay que buscar a alguien de confianza, alguien que te estabilice de toda la situación y con el que puedas buscar un recurso de ayuda. No te puedes quedar solo”, asegura Miguel.
“En los primeros minutos sí que tuve consciencia para ir a buscar a mi hermano, pero ya en el taxi para ir al hospital empiezo a tener amnesia, recuerdo un sentimiento de inestabilidad, como seminconsciencia. Yo, en mi caso, tuve suerte porque no me llegué a desplomar”, cuenta la víctima.