Aumenta el robo de coches con organizaciones criminales que operan de manera sigilosa sin emplear violencia y con un sofisticado método que se basa en la utilización de las últimas tecnologías. Un coche puede robarse en apenas segundos sin que nadie se entere y todo lo necesario puede comprarse por internet por muy poco dinero.
Las mafias internacionales tienen la vista puesta en nuestros coches, pero no en vehículos de alta gama, en utilitarios de gama media. Para ello utilizan las últimas tecnologías como pequeños altavoces, inhibidores, máquinas de diagnosis y programas informáticos creados por piratas rusos que se esconden en lugares tan poco sospechosos como una Gameboy.
Los ladrones actúan con descaro, a plena luz del día o por la noche, en apenas unos segundos consiguen abrir la puerta y poco después arrancan el vehículo sin ningún tipo de violencia, pasando por meros transeúntes.
¿Cómo consiguen los ladrones lo necesario para llevar a cabo sus robos?
Todo lo que se necesita está a la venta por internet. Se trata de sencillos objetos tecnológicos como un gadget de 40 euros, un amplificador de potencia capaz de potenciar la señal que emiten los mandos inalámbricos y que se ha convertido en la nueva herramienta de trabajo de los ladrones.
La segunda más conocida es el llamado tamagotchi de los ladrones que replica la frecuencia de los mandos y consigue abrir así los vehículos. Además, comprar estos dos objetos supondría una mínima inversión de unos 240 euros.
Un cable USB también puede ser suficiente. En este caso el ladrón tendría que romper una ventana, abrir la columna de dirección del coche y con el cable consiguen ponerlo en marcha.
También se utiliza lo que parece un inofensivo altavoz. Dentro se esconde un circuito con chips cuya fabricación no supera los diez dólares pero cuyo valor en el mercado negro se dispara.
Un experto ha demostrado en directo que solo hacen falta dos aparatos y unos segundos para robar un coche. "Es impresionante", decía David Aleman.