No se puede beber y conducir porque se pone en riesgo tanto la vida de los demás como la propia. En ‘Callejeros’ acudimos al lugar de un siniestro, en el que los conductores resultan ilesos pero los vehículos quedan destrozados. Además, la persona que se ha chocado da positivo en alcohol y otras drogas, aunque lo niega.
Un hombre regresaba de trabajar cuando se ha encontrado a un vehículo de frente, que ha impactado contra su coche y casi le hace perder la vida: “Ha invadido mi carril por completo y pensaba que me mataba. Ha reventado el coche entero”.
El conductor del otro vehículo asegura que “iba pegado a la izquierda” y que ha colisionado por culpa de la iluminación de la zona: “Ha sido por la luz o lo que sea, de verdad que vaya mierda de iluminación”.
Tal y como marca el protocolo, los guardias civiles le someten a un control de alcohol y de otras drogas. “He bebido un poco, pero soy consciente de que tenia que coger el coche y no bebí 50 cubatas”, asegura, justo antes de recibir el resultado de 0,78 de alcohol. Además de triplicar la tasa de alcohol permitida, constituye un delito, pues supera los 0,66 miligramos por litro en aire respirado.
Los resultados de drogas indican presencia de THC y anfetaminas, aunque él sigue negando haber tomado estas sustancias: “Yo solo he bebido cerveza y he fumado tabaco. Me han drogao”.
En esta ocasión ambos conductores han resultado ilesos, pero en el 50% de las ocasiones no es así. Desde ‘Callejeros’ recordamos que no se puede conducir bajo los efectos del alcohol o de otras drogas.