En lo más profundo de una grieta y de unos 5 centímetros: La pieza de cerámica que demostraría que hubo vida en el desierto de Gorafe

En ‘Bribones: En el corazón de la aventura' los descubrimientos permanecen hasta el final del programa. Cuando el grupo se reúne en el desierto de Gorafe para el tramo final de la expedición, acaban encontrando una pieza de cerámica en una grieta, la cual demostraría que nuestros antepasados fueron capaces de vivir en el enclave, lo cual, hasta ahora, se creía que era imposible.

El equipo de bribones al completo decide entrar en un pequeño abrigo que encuentran durante su exploración por el desierto de Gorafe, junto al cauce de un río seco. “Pensaba, desde arriba, que era una cueva, pero es solo una grieta”, decía el bribón al mando, Arcadio Noriega.

Pero a medida que examinan la grieta su optimismo aumenta: “Puede ser una grieta con alguna sorpresa”, pronuncia Noriega, instantes antes de adentrarse en lo más profundo. Allí, en la parte más remota del desierto de Gorafe, descubren una pieza de cerámica antigua: “Es un trozo de cerámica rota, así que estamos en una zona arqueológica. Voy a hacer una foto. Yo creo que es como el asa de algo”, describe Arcadio, desde dentro de la grieta.

Un trozo de arcilla seca podría pasar desapercibida ante ojos inexpertos, pero con el hallazgo de Arcadio Noriega puede considerarse que hubo seres humanos que habitaron ese barranco donde el calor es insoportable y que se pensaba que era imposible de habitar.

El grupo de bribones hace una fotografía y anota las coordenadas, para que, según explican, los arqueólogos de Patrimonio puedan hacer la investigación correspondiente y determinar más detalles sobre la pieza de cerámica, así como resolver el misterio de cómo acabó en las profundidades de una grieta del desierto de Gorafe.