Se disputaba el torneo de primavera de la Universidad de Oklahoma cuando Austin Kendall, quarterback del equipo, lograba salirse de la bolsa de protección e intentaba dar un pase que no salía de la mejor manera. El jugador erró el lanzamiento con tan mala fortuna de que el balón fue a parar directamente a la cara de Kylie Fears, cheerleader del equipo.
Kylie quedaba completamente KO en el suelo mientras todo el mundo se acercaba preocupados por el estado de la cheerleader. Finalmente no pasó nada grave e incluso Kylie salió a bromear en Instagram tras el partido con una foto que decía: "Right before I got hit in the face with a football.... <3" (antes de que me golpearan la cara con un balón de fútbol americano).