Desde que llegara al Barça en el verano de 2014, Marc André Ter Stegen se ha caracterizado. además de por su gran papel en el terreno de juego, por su rápida adaptación a España. El guardameta alemán habla, en menos de cuatro años, un perfecto castellano y se ha convertido en un vecino más de la ciudad condal.
Los vecinos del barrio de Gracia en Barcelona no podían dar crédito cuando vieron pasar al guardameta titular del FC Barcelona a bordo de un patinete eléctrico. Como si fuera un vecino más, el portero germano fue a comprar el pan a uno de los mercados de la zona antes de medirse al Atlético de Madrid en el Camp Nou.
Pese a lo cotidiano y normal de la acción, algunas voces críticas han cargado contra Ter Stegen, y es que el patinete eléctrico figura como vehículo no regulado por los estamentos del club y podría suponer incluso una multa económica para el portero.
Ter Stegen, a diferencia de muchos de sus compañeros, no vive en Castelldefels, sino en el barrio de Gracia, uno de los vecindarios más céntricos y populares de Barcelona. Al ex del Mönchengladbach no parece importarle ser uno de los mejores porteros del mundo para poder desarrollar su vida cotidiana.