Dustin Poirier consiguió un trabajado triunfo ante Anthony Pettis en el UFC Fight Night 120 desde Norfolk (Virginia, Estados Unidos). La victoria llegó en el tercer asalto y terminó con los dos luchadores completamente empapados de sangre.
Días más tarde, Poirier ha utilizado sus redes sociales para enseñar cómo está su ropa de combate. Tras varios lavados se aprecia como el pantalón todavía sigue completamente con manchas de sangre.
"Hasta mi último pelo estaba manchado de sangre tras la pelea. Todavía hoy me estoy sacando su sangre seca de mis oídos", declaró Poirier a la web TMZ. Sin duda estamos antes una de las peleas más sangrientas que se recuerdan.