Casi triplicaba la máxima velocidad alcanzada jamás por un Fórmula 1. Luc, un conductor, recibió en su domicilio la notificación de una multa al ser cazado por un radar de tráfico en una carretera cercana a Auderghem.
Lo llamativo es que el radar indicaba que conducía su coche a 914 kilómetros por hora, una velocidad imposible para cualquier vehículo de carretera. Pese al fallo de este radar el hombre decidió reconocer que iba a exceso de velocidad y pagar una parte proporcional de la multa de 96 euros, según publican diversos medios belgas.
Posteriormente tuvo que presentar una queja formal porque fue llamado a declarar por el tribunal belga al considerar que circulaba a 914 km/h. La velocidad más alta –sin fallo de radar- detectada en Europa fue la de un Bentley Continental GT a 324 km/h en una autopista de Suiza.