Los hechos sucedieron el pasado 8 de noviembre en Port Lincoln, Australia. El jockey Dylan Caboche pierde los papeles después de que su caballo casi le tire el suelo y le propina un puñetazo en el vientre. Inmediatamente las críticas se multiplicaron y el corredor ha sido finalmente suspendido.
Las autoridades de la carrera tomaron la decisión asegurando que es un comportamiento intolerable. No obstante, a pesar de la sanción, hay una plataforma en las redes pidiendo que la suspensión sea de por vida. El joven jockey ha pedido perdón y ha asegurado que su cerebro perdió los nervios.