Paolo Guerrero ha sido suspendido por la FIFA durante un año tras dar positivo por metabolito de cocaína el pasado 5 de octubre en Buenos Aires, tras el partido de clasificación entre Argentina y Perú.
El delantero peruano afirmó en el canal brasileño Globo que se siente "víctima de una injusticia". Además de afirmar: "Tomé un té de anís en Perú porque estaba con una indigestión y en Argentina tomé un té negro con limón y miel porque estaba con gripe. No culpo a nadie, pero la sustancia podía estar en una jarra o en una taza".
La propia FIFA admitió que el examen no reveló consumo de cocaína, pero el análisis detectó la presencia del metabolito de la cocaína benzoilecgonina, incluida entre los estimulantes que figuran en la lista de sustancias prohibidas.
Guerrero confiesa que está pasando uno de los momentos más difíciles de su vida: "Estoy suspendido. Ya dejé de jugar partidos con Perú que eran los más importantes de mi vida y ahora no estoy en una final de mi club. Es un momento muy complicado". Además, "la propia FIFA ha descartado un posible consumo de drogas, no pueden decir ahora que soy culpable".