El primer entrenamiento de España en Madrid para preparar los partidos ante Albania e Israel estuvo marcado por la tensión y los insultos de una parte de la afición española contra Gerard Piqué.
El defensa del Barça apoyó y participó del Referéndum catalán, y tras el último partido del Barça (coincidiendo con el 1-O) se derrumbó ante los medios de comunicación. Desde ese momento Piqué ha utilizado sus redes para criticar la actitud del Gobierno y de las Fuerzas de Seguridad durante esa jornada.
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, ha salido en defensa de Piqué en sus redes sociales tras los insultos en su primer día de concentración con La Roja. Iglesias ha tuiteado asegurando que “No soy del Barça, ni catalán y me enorgullece ver a Piqué, un valiente que da la cara y defiende sus ideas, con la camiseta de la selección”.
Su publicación tiene cientos de compartidos y decenas de mensajes de aficionados que le apoyan y otros que piden la expulsión de Piqué del equipo nacional.