La increíble historia de Vic González: de tener tetraplejia, a competir en los Juegos Paralímpicos de Invierno
Javi Rayo
27/02/201819:47 h."No lo intentes, hazlo". No es sólo un lema sino también una filosofía de vida para Vic González. La vida de este deportista cambió el 22 de febrero de 2015 cuando tuvo un accidente de muy graves consecuencias mientras practicaba snowboard en alta montaña.
Tras ser rescatado y llevado en helicóptero hasta el hospital, llegaron los peores pronósticos: fractura de las vértebras C5 y C6 con una lesión centro medular grave con un 30% de invasión medular. González necesitó una operación, donde se le colocó una artrodesis vertebral. Tras la intervención llegó el peor diagnóstico de todos: sufría tetraplegia y nunca podría volver a caminar de nuevo.
Tras 13 días inmovilizado completamente y seis meses ingresado en el hospital comenzó una etapa muy dura, la aceptación de su enfermedad. Vic lo tenía muy claro: “Yo no podía vivir sin snowboard, sin la libertad, sin la montaña. Había luchado por ello y ahora me lo iban a quitar, no iba a ser capaz de vivir”.
Vic llegó a tocar fondo, hasta el punto de querer quitarse la vida tal y como narra en su propio documental: “Al no poder moverme tenía que encontrar la manera de suicidarme, pensé en morder un termómetro y tragarme el mercurio, incluso encontrar a una persona que pudiese inyectarme o darme algo para quitarme de en medio”.
El hoy tablista paraolímpico encontró un método con el que intentar seguir adelante. “Intentaba canalizar toda la energía que me daban mis familiares en una parte del pecho y moverla hacia el dedo gordo del pie y así día tras día mientras abría y cerraba los ojos”, explica.
Tal esfuerzo cobró su recompensa el día menos esperado: “Oí a mi madre decir que estaba moviendo el dedo del pie y vi que era verdad, entonces los médicos se aseguraron de que no era un espasmo. Visualicé esa energía y poco a poco fui moviendo el resto de dedos y así el resto del cuerpo”, comenta el snowboarder.
Víctor tiene claro que su estado actual es “el resultado de combinar la medicina tradicional con otros métodos alternativos basados en la meditación”. “Llegué a la conclusión de que sino te puedes mover lo único que puedes hacer es ejercitar tu mente. Tienes que aprender a ser un médico y un fiseoterapeuta. Los valores del deporte me ayudaron muchísimo”, narra González.
Pese a que es una realidad que Vic competirá en los próximos Juegos Paralímpicos de Invierno, al principio de su rehabilitación ningún especialista creía que ni siquiera fuese capaz de subirse de nuevo a una tabla. “Mi esperanza siempre fue volver a hacer snowboard. Nadie dijo que esto iba a ser fácil, tres horas de gimnasio, electroestimulación, meditación etc”, comenta.
González tuvo que ingeniarselas como pudo para alcanzar su meta: “El psiquiatra dijo que no había conseguido aceptar mi enfermedad y me daba pastillas para tratarlo. Yo me las guardaba en la lengua o las escupía hasta que llegaban mis familiares. Mentía a los médicos y les decía que mi objetivo no era hacer snowboard sino poder limpiarme solo”.
Sólo un especialista creyó en él y fue el exatleta olímpico y ahora fisioterapeuta Elisardo de la Torre, del que aprendió su famoso lema "No lo intentes, hazlo". 18 meses después consiguió volver a subirse a una tabla de snowboard y desde entonces ha logrado competir en el campeonato de España de Snowboard Adaptado y consiguiendo la primera posición en su categoría.
En unos días debutará en los Juegos Paralímpicos de Invierno, y lo hará lleno de ilusión: “He cumplido un sueño”.