El VAR pitó penalti, Griezmann cogió el balón, lo puso en el punto fatídico y anotó el gol por la escuadra. Tras marcar el 0-2, se puso a bailar, con una mano arriba y dando vueltas, recreando el típico movimiento del videojuego que tanto le gusta al futbolista.
Más tarde, tras el encuentro, Griezmann quiso tranquilizar los ánimos por si algún aficionado del Valladolid se hubiese sentido ofendido por su festejo: "Es fútbol, alegría, disfrutar, cuando marcas lo celebras...es fútbol, nada más".