Stephen Curry se convirtió en el protagonista del partido ante Dallas, no sólo por enterarse de que no sería sancionado tras lanzar su bucal hacia la zona en la que estaba el árbitro, sino por verle en el túnel de vestuarios consolando al sobrino de Devin Harris.
El pequeño perdió a su padre la semana pasada en un accidente de coche. Por lo que Curry al enterarse, cogió al niño en brazos, lo animó y rezó por él. Fue Harris quien contó a los medios lo que había sucedido: "perdí a mi hermano de manera trágica y ha sido una semana muy dura". Añadiendo que lo más difícil está siendo animar al pequeño y a sus hermanos: “Ha sido un golpe bien duro para la familia, como pueden imaginar. Posiblemente la cosa más difícil con la que he tenido que tratar en mi vida ha sido con tratar de explicarle esto a sus hijos".
El armador de los MAVS, quiso llevar a sus sobrinos al partido para intentar que se olvidaran durante un rato de la tragedia que había sucedido. Una vez allí, Curry intentó consolar al pequeño y al acabar el partido se pronunció sobre lo ocurrido: "No es fácil encontrar las palabras correctas para decir ante una situación tan difícil. Sobre todo al perder a un familiar a esa edad. No puedo imaginar por lo que este chico está pasando. Así que le dije que lo más sencillo que puede hacer él y su familia y descansar en el Señor para sobrellevar este momento difícil”.