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La última vez que Cataluña proclamó la independencia, el Barça quedó penúltimo en La Liga

cuatro.com 06/10/2017 11:25

En 1934, siendo Lluis Companys presidente del gobierno catalán, ya se produjo una proclamación similar en plena Segunda República. El día clave fue el 6 de octubre de ese año, aunque el proceso de separación venía fraguándose desde el verano anterior. Pues bien, en medio del proceso el Barça quedó noveno en aquella liga 33-34, lo que entonces suponía salir penúltimo.

La gran noticia deportiva de esa temporada era el debut en Primera del Oviedo FC, que acompañaba a Athletic Club, Madrid FC, Racing Club, Betis Balompié, Donostia FC, Valencia FC, CD Español, FC Barcelona y Arenas de Getxo.

Fue la última vez que diez equipos jugaban en la Liga formada por la Federación Española de Fútbol (FEF). Al año siguiente se pasaría a doce clubes con el ascenso a Primera de dos históricos: el Athletic Club de Madrid –que jugaba en el Metropolitano- y el Sevilla Fútbol Club de Nervión.

El campeonato liguero tenía dieciocho jornadas en las que el ganador del partido se llevaba dos puntos, uno en caso de empate y nada en la derrota.

Pero si algo marcaba este año deportivo era la crisis institucional que vivía España. En medio de una huelga general revolucionaria, en Barcelona se proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española presidida por Niceto Alcalá-Zamora.

Las Cortes Españolas se reunieron el 1 de octubre del 34 y la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) retiraba su apoyo al gobierno del Partido Republicano Radical presidido por Ricardo Samper. Tres días después Alejandro Lerroux formaba un nuevo gobierno que fue contestado por los socialistas con una huelga general revolucionaria en toda España.

La Alianza Obrera de Cataluña declaró la huelga general y Barcelona quedó totalmente paralizada. Pasadas las ocho de la tarde del 6 de octubre, Lluís Companys apareció en el balcón de la Generalidad proclamando la República Catalana. Fueron horas de máxima tensión en España que terminaron con la detención al día siguiente, tras entrar en el Palacio de la Generalidad, de Companys y su gobierno.

La tensión institucional afectó de primera mano al Barcelona, que jugaba en el campo de Les Corts, el más grande de la categoría con 25.000 espectadores, durante toda esa temporada. Los culés perdieron los dos clásicos ante el Madrid FC. En Chamartín por 4-0 y la vuelta en Barcelona por 1-2.

Ni si quiera la gran actuación de Martí Ventolrà, con 14 goles en 17 partidos, impidieron un pésimo año para los blaugranas que terminaron penúltimos, tan solo un puesto por encima del Arenas de Getxo.

El Athletic Club conquistó su tercer título de liga y se confirmó como el equipo más laureado en la corta historia del torneo. Por entonces, Isidro Lángara (Oviedo FC) fue el máximo goleador de la temporada con 26 goles, mientras Gregorio Blasco, del Athletic Club, fue el portero menos batido con 21 goles en 14 partidos.

La siguiente temporada, la 34-35, llegaría uno de los grandes cambios al fútbol español: La Federación permitió a los clubes alinear a dos jugadores extranjeros en cada partido. El Barcelona firmó un mejor año deportivo quedando sexto en una Liga ganada por el Betis Balompié con Victorio Unamuno como goleador andaluz.