Es un partido histórico. Una de las mayores rivalidades existentes en el fútbol. Algo más que dos equipos de la misma ciudad. Boca Juniors y River Plate protagonizarán por primera vez en la historia una final de la Copa Libertadores (10 y 24 de noviembre). Un partido en el que reinará la paz y la pasión por los equipos, pero en el que también saltan chispas.
Un claro ejemplo sería lo ocurrido en la localidad de Apóstoles. Según las informaciones que se han hecho públicas, un hombre llamado Arturo llamó a los bomberos después de que su casa de madera estuviera en llamas. Tras ser preguntado por las posibles causas del incendio, el aficionado argentino apuntó a que acababa de tener una acalorada discusión por el Boca-River con su ex cuñado, quién había estado en su casa viviendo dos semanas antes.
Parece ser que Oscar, el sospechoso del incendio, abandonó el domicilio tras la fuerte discusión y aprovechó que Arturo se había ido a jugar al fútbol para prender fuego a su casa. Justo en ese momento, el dueño de la vivienda fue alertado por sus vecinos, quienes lograron apagar las llamas. Una historia que 'calienta' la rivalidad entre estos dos equipos en el que será una fiesta del fútbol argentino.